Se trata de un acontecimiento único en Perú y en el mundo, porque nunca se habían descubierto tantos cuerpos de niños sacrificados en un mismo sitio arqueológico.
"No es un hallazgo fortuito, es un proyecto que se viene trabajando desde 2011. Ese año se encontraron en Huanchaquito-Las Llamas 137 niños. Luego, continuamos excavando en Pampa La Cruz, a dos kilómetros del anterior, donde hallamos este año 227 nuevos niños", explicó a Sputnik el arqueólogo jefe Feren Castillo.
Para el entrevistado, Huanchaco, un distrito ubicado 570 km al norte de Lima, se convierte así en un "lugar macabro" para nuestros prejuicios modernos. Estos sacrificios fueron realizados por la cultura Chimú, que alcanzó su apogeo entre 1.200 y 1.400, antes de ser conquistada por los Incas.
¿Por qué los sacrificaban?
La hipótesis más aceptada es que eran ofrendas al dios de la Luna, al que llamaban Shi, con el objetivo de apaciguar las lluvias. Pero también se cree que en algunos casos pudo haber sido un modo de celebrar batallas ganadas.
"La mayoría de los niños tienen evidencias claras de entre dos a tres cortes muy perfectos a la altura del esternón. Esto nos hace pensar que lo hicieron para abrirles el pecho y extraerles el corazón. También encontramos la tumba de un niño que murió de un golpe en la cabeza", contó Castillo.
Se cree que la mayoría eran de clases sociales bajas, pero también se encontraron 10 niños "de élite" junto a sus pertenencias, lo que les lleva a concluir que los "grandes jefes Chimú" también daban a sus hijos como ofrenda, a modo de ejemplo. La elección de infantes en lugar de adultos se habría debido a su pureza e inocencia.
Gracias a la arena y al salitre del lugar donde estaban enterrados, los cuerpos se encontraron en perfecto estado de conservación, incluso con restos de piel, uñas, pelo y, en algunos casos, hasta sus órganos genitales "momificados".
"Esto nos permite aproximarnos a su edad y ahora con el ADN podremos determinar la cantidad de niños y niñas. También estamos haciendo estudios de isótopo de oxígeno de los dientes para conocer su procedencia. Hoy sabemos que los traían desde diferentes partes del imperio Chimú para ser sacrificados", concluyó.
