"Las personas que se juegan la vida zarpando desde el Magreb y el norte de África no saben si serán capturados de nuevo por los traficantes o si se quedarán solos a la deriva. Esperando una ayuda que, muchas veces, llega demasiado tarde", explicó Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), la organización no gubernamental que opera el barco, según recoge el diario local Donostik.
Ahora, la nave se encuentra a la espera de recibir autorización para zarpar de la Autoridad Marítima española, algo que no se antoja fácil, ya que el Gobierno de España mantiene en los últimos meses un pulso con las ONG dedicadas al rescate humanitario en el Mediterráneo.
Ese pulso se agravó a lo largo del verano con la crisis del Open Arms, barco de bandera española al que Italia y Malta denegaron la entrada a sus puertos tras rescatar a 160 personas cerca de sus aguas territoriales.
La Guardia Costera de Marruecos salva a más de 240 migrantes ilegales en el Mediterráneo https://t.co/k5EJm0LtAx
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) September 1, 2019
Pese a agravarse durante el verano, el pulso viene de largo y el Ministerio de Fomento de España ya denegó el pasado 18 de enero al Aita Mari los permisos para zapar con el objetivo de realizar misiones humanitarias en el Mediterráneo.
A la espera de recibir autorización para zarpar, los responsables de SMH defendieron la necesidad de las operaciones de rescate humanitario por parte de ONGs recordando que "más de 928 personas se ahogaron cruzando el Mediterráneo en lo que llevamos de 2019".