Oleg Smolenkov, de unos 50 años, desapareció en junio de 2017 cuando él, su esposa Antonina y sus tres hijos se esfumaron sin dejar rastro después de viajar a Montenegro, aparentemente por unas vacaciones, según el diario The Times.
Los medios internacionales sostienen que ha sido una operación especial de los servicios de inteligencia estadounidenses para extraer a su espía más valioso de Rusia después de que el presidente Donald Trump tomara posesión de su cargo en 2017.
Desde el principio las preguntas clave eran: ¿para qué? Y ¿por qué ahora? Desde este enfoque es muy interesante ver cómo evolucionaba la noticia en los medios internacionales desde su estreno el lunes 9 de septiembre.
Una de las primeras crónicas sobre el tema salió publicada en la página web de la CNN titulada "Exclusivo: EEUU sacó de Rusia a espía de alto nivel en 2017".
Así no se entiende todavía a qué viene todo esto. Parece que la principal noticia es que la inteligencia estadounidense tuvo un espía en las más altas esferas del poder ruso y que le sacó con éxito de Rusia hace dos años por el temor a que Trump le comprometiera con o sin intención.
Semejante "noticia" hacía poco sentido porque tal y como la presentaron inicialmente perjudicaba tanto a los servicios de inteligencia estadounidense, como a la imagen de la administración de Washington en el escenario internacional.
Y realmente el propósito no era informar de una exitosa operación de rescate de un informador de gran valor. Acto seguido, los medios internacionales desvelaron el verdadero propósito de sacar a luz toda esta historia dos años después de que se produjo la fuga del espía y de su familia a Estados Unidos.
"¿Agente de la CIA cercano al presidente Vladimir Putin?", titula a una de sus crónicas la Voz de América y continúa en el subtítulo: "Medios estadounidenses revelaron que la CIA, por décadas, tuvo un espía muy cerca del gobierno ruso y del presidente Vladimir Putin. Este informante, según los medios, contribuyó a develar el papel del Kremlin detrás de la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016".
Esta crónica pone de manifiesto la verdadera razón de ser toda esta historia. Como hemos dicho recientemente, los adversarios de Trump han sufrido en los últimos meses varios reveces en sus intentos de encontrar pruebas de la llamada "trama rusa". Tampoco consiguieron demostrar que existía un complot entre el Kremlin y Trump para llevarle a la presidencia.
Con todo esto para los adversarios de Trump y del acercamiento con Rusia llegó el momento de la verdad, el momento de actuar.
A juzgar por cómo evoluciona el tema en los medios internacionales, sus dos principales blancos son el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense Donald Trump.
Así de claro lo pone una crónica del corresponsal del diario ABC en Washington David Alandete, el mismo Alandete que siendo vicedirector de EL PAÍS publicó varios artículos que pretendían comprobar que Moscú había estado detrás del intento de secesión de Cataluña de España.
Tenemos aquí un cuadro muy pintoresco. Por un lado, un presidente de Estados Unidos presentado como "loco peligroso" a quién es mejor no dejarle tocar nada… O incluso peor, un potencial traidor.
Y por el otro lado, un presidente de Rusia que se presenta como el Señor del Mal que ordena personalmente la interferencia en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Como dice Alandete, el incidente pone en evidencia la contradicción que existe dentro de la administración estadounidense con respecto a Rusia.
Efectivamente, por un lado, la inteligencia sigue tratando a Rusia como uno de sus principales adversarios geoestratégicos, en línea con la postura oficial del Pentágono, mientras Trump ha defendido una y otra vez la necesidad de un acercamiento político.
Y estos intentos de Trump parecen cada vez más concretos, como por ejemplo, sus declaraciones en la última cumbre del G7 de que readmitir a Rusia en el Grupos de las potencias más desarrolladas del mundo sería una buena opción.
Y es lo que destaca la reacción oficial rusa a las revelaciones de los medios estadounidenses.
"El Kremlin tacha de 'Pulp Fiction' las conjeturas sobre 'el nuevo escándalo de espías' de Estados Unidos", titula RT a una de sus crónicas, añadiendo que Oleg Smolenkov trabajó anteriormente en la administración del Kremlin, pero no pertenecía a la categoría de altos funcionarios.
En resumen, parece que aquí tenemos otro caso clásico en el que nunca habrá pruebas, pero sí habrá y de hecho ya ha habido mucho ruido. Y ese ruido es precisamente lo que se pretendía conseguir con toda esa historia del espía ruso que "en la mesa de Putin" vio una orden de interferir en las elecciones estadounidenses.
Una historia tan increíble como impresionante. Y que no es el único ataque contra Putin en los medios internacionales esta semana.
"Revés electoral para Vladimir Putin en Moscú. La oposición ha conseguido 20 de los 45 escaños en juego en la asamblea legislativa de la capital rusa, reduciendo notablemente el poder del partido oficialista Rusia Unida", titula a una de sus crónicas la Televisión Española.
Es curioso comparar titulares relacionados con el tema de las elecciones locales rusas en diferentes medios de comunicación. Mientras, la edición en español de Euronews titula en pleno acuerdo con TVE "Revés para Putin: la oposición logra 20 escaños en Moscú", varios medios internacionales destacan justo lo contrario diciendo que "Putin arrasa" en los comicios teniendo en cuenta no solo Moscú, sino los resultados en todas las regiones rusas.
Aquí por lo menos el lector puede contrastar amabas partes de la realidad y decidir por su cuenta qué resultado ha sido el más importante. Pero es más bien una excepción si miramos todo el panorama.
Y si miramos el panorama quedará claro que esta ha comenzado un nuevo Gran Juego en los medios internacionales con los personajes favoritos como Vladmir Purin y Donald Trump.
¿A qué viene este último Gran Juego? Considero que pronto tendremos la respuesta en los propios medios internacionales.