"Sabemos que cada año, con diferente intensidad, nos vamos a enfrentar a esta situación y por eso es importante una agenda de postincendio, que definimos de la manera más consensuada posible", dijo a reporteros el ministro de Comunicación, Manuel Canelas.
Coincidiendo con el jefe militar de las operaciones de apagado de incendios, Canelas dijo que "se han reducido sustancialmente los focos de calor, pero no hay que descuidarse".
El portavoz gubernamental dijo que el plan de recuperación y prevención fue uno de los temas destacados de la reunión semanal del gabinete ministerial de Evo Morales en la Casa Grande del Pueblo, la sede presidencial.
Indicó que el Gobierno elabora el denominado "Plan de acción postincendio, aguas y bosques" en estrecha coordinación con agroempresarios, campesinos, comunidades indígenas y la cooperación internacional con miras a "mejorar la capacidad que tenemos de respuesta coordinada".
Pero la persistente sequía, los vientos y el aumento de temperaturas por el fin del invierno multiplicaron luego esos incendios en la región cruceña de Chiquitanía, mientras Bolivia aceptaba una creciente ayuda internacional que en principio había descartado.
Canelas destacó el apoyo de organismos internacionales en la formulación y eventual financiamiento del plan "postincendio", entre ellos la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El comandante Kaliman dijo a la radio estatal que este 25 de septiembre todavía continuaban "a plena capacidad" las tareas de apagado de los incendios por tierra, con unas 6.000 personas, y por aire, con una veintena de helicópteros y aviones bomberos, entre estos últimos un Boeing 747 SuperTanker arrendado por el Gobierno y un Ilyushin prestado por Rusia.
"Las condiciones climáticas han comenzado a mejorar, hay un leve aumento de la humedad, y esperamos lograr en los próximos días el apagado total de los fuegos remanentes, y por total decimos que no queden ni brasas", afirmó Kaliman.
Añadió que la operación terrestre ha sido reforzada en la última semana con maquinaria pesada para la apertura de brechas cortafuegos de decenas de kilómetros de longitud.