"Será una cooperación conjunta mutuamente beneficiosa para los dos países", afirmó a Sputnik Mijaíl Beliáev, experto del Instituto de Estudios Estratégicos de Rusia.
Rusia tiene experiencia en minería y procesamiento, en la refinación en caso del oro, señaló, mencionando una larga historia de la cooperación entre los dos países. Moscú tiene la oportunidad de reforzar los vínculos con un socio en una región importante y tendrá acceso al producto que necesita para su economía.
Por su parte, Venezuela obtendrá una base financiera para abordar sus problemas internos y para fortalecer el clima socioeconómico necesario para estabilizarla, afirmó el analista.
Asimismo, la cooperación en el sector del combustible y la energía, principalmente en la producción de petróleo, es prometedora, opinó, y señaló que "es la base para el desarrollo de cualquier industria en los próximos años, aunque se avecina energía alternativa". Sin embargo, la era del petróleo no terminará inmediatamente, asegura el experto.
Las inversiones darán a Venezuela la posibilidad de restaurar el sector de los combustibles y fortalecerán el clima socioeconómico, según el experto.
"El fortalecimiento de las relaciones ruso-venezolanas es natural y se puede decir que se espera desde hace mucho tiempo", afirmó Beliáev.
"Basta con que los dos presidentes anunciaran que están volviendo a la cooperación mutua, volviendo a fortalecer los lazos y que esta será la dirección en la que se moverán de inmediato. Creo que empresas concretas, basándose en estos acuerdos, probablemente ya tienen proyectos en desarrollo, que se pondrán en práctica", concluyó.
Las inversiones rusas en proyectos mineros en Venezuela podrían ascender a los 1.000 millones de dólares.