La Licenciada en Economía, Josefina Martorell, comenzó a trabajar en Médicos Sin Fronteras en 2011, a sus 27 años. Su primera misión fue a la República Democrática del Congo, la más grande que tiene la ONG en todo el mundo.
"A partir de ahí fue un camino de varias misiones, todas en África pero muy distintas entre sí. A pesar de haber trabajado también para otras organizaciones, mi corazón siempre estuvo en Médicos Sin Fronteras", dijo la actual directora general para América del Sur.
Como economista, se encargaba de controlar el presupuesto destinado a cada proyecto y de garantizar que todos los recursos llegaran en forma efectiva a sus destinatarios.
La misión que más la marcó fue en Sudán del Sur en 2014, cuando acababa de estallar un conflicto interno armado. Una de las facciones quemó un pueblo llamado Malakal y la gente tuvo que huir de sus casas.
"Nosotros estábamos trabajando en un hospital del pueblo y también nos tuvimos que ir porque lo quemaron y saquearon. Tanto la población como los trabajadores de Médicos Sin Fronteras nos refugiamos en el campo de Naciones Unidas. Ahí ya no era la Licenciada en Economía sino que cumplía otros roles", contó Martorell.
Lo que más la marcó de esta experiencia fue la historia de una niña que llegó malnutrida al hospital, pero luego de cuatro meses y gracias a su ayuda, se recuperó y "salió con una sonrisa".
Las principales crisis del 2019
Desde enero de este año, Martorell se desempeña como directora general de Médicos Sin Fronteras para América del Sur. En este nuevo rol, ya más alejada del terreno, se encarga de asignar recursos, tanto humanos como financieros hacia todas las operaciones alrededor del mundo.
Uno de los problemas centrales en los que se está enfocando la ONG es la epidemia del Ébola en el Congo, y otras enfermedades como la malaria y el sarampión en este mismo país. Otro de los grandes ejes es la problemática de la migración.
"Este año se dio un récord de refugiados, más de 70 millones de personas tuvieron que huir de sus hogares. Vemos con absoluta preocupación la política migratoria de EEUU de retornar personas a los estados más inseguros del norte de México porque la gente está a merced de crímenes, violaciones y abusos. Nosotros lo vemos día a día", concluyó.
