"Rechazamos la politización, la selectividad, los enfoques punitivos y los dobles raseros en el tratamiento de la cuestión de los derechos humanos", afirmó.
Añadió que "Cuba permanecerá comprometida con el ejercicio, por parte de todas las personas y todos los pueblos, de todos los derechos humanos, en particular, a la paz, al desarrollo y a la libre determinación".
"El capitalismo 'cognitivo' ofrece lo mismo. El capital digital corona las cadenas de valor mundiales, concentra la propiedad de los datos digitales, explota la identidad, la información y el conocimiento y amenaza la libertad y democracia ya menguadas analógicamente", denunció Rodríguez.
Destacó que se necesitan "otras formas del pensamiento propio, humanista y contra-hegemónico y acción política decidida para articular la movilización popular en las redes, en las calles y en las urnas".
"Los Estados independientes necesitan ejercer soberanía sobre el ciberespacio, abandonar el espejismo de la 'sociedad en la red' o la 'era del acceso' y democratizar la gobernanza de internet", subrayó.
Parrilla también denunció los intentos de Estados Unidos de impedir la llegada de combustibles a Cuba, como parte de su política hostil para intentar desestabilizar al Gobierno de la isla.
"Estados Unidos ha iniciado en los últimos meses la aplicación de medidas criminales, no convencionales, para impedir el abastecimiento de combustible a nuestro país desde diversos mercados, mediante la amenaza y persecución a las compañías que lo transportan, a los gobiernos de registro y bandera, navieras y empresas de seguros", expresó el titular cubano de Exteriores ante el plenario en el 74 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU que sesiona en Nueva York.
Precisó que esta situación obligó al Gobierno de la isla a adoptar medidas de emergencia, dirigidas a preservar "la justicia social alcanzada".
"No han faltado en este período las amenazas ni chantajes más desfachatados, ni inmorales invitaciones a que nuestro país traicione sus principios y sus compromisos internacionales a cambio de petróleo en condiciones preferenciales y dudosas amistades", denunció el canciller Rodríguez.
A su vez, acusó a Washington de incrementar las medidas de hostilidad contra Cuba, imponiendo "escollos adicionales"al comercio exterior y el aumento de la persecución de las relaciones bancario-financieras con el resto del mundo, lo que constituye —enfatizó— un recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone a la isla hace casi 60 años.
También denunció que estas medidas estadounidenses van dirigidas a limitar los viajes y "cualquier interacción entre ambos pueblos", que obstaculiza los vínculos y contactos entre los cubanos que viven en Cuba y Estados Unidos.
Este bloqueo —explicó el canciller Rodríguez— tiene "la pretensión descarnada de cuestionar el derecho a la libre determinación y la independencia de la nación cubana", y "atropella el Derecho Internacional, la jurisdicción nacional y de terceros Estados".
Respecto a la reciente sanción impuesta por la Casa Blanca al expresidente cubano Raúl Castro, Rodríguez Parrilla dijo que "se trata de una acción, sin efecto práctico, dirigida a ultrajar la dignidad de Cuba y los sentimientos de nuestro pueblo. Es una migaja electorera que se lanza a la extrema derecha cubano-americana".
En cuanto a las relaciones bilaterales entre Cuba y EEUU, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla insistió que "no renunciamos a la voluntad de desarrollar una relación civilizada con Estados Unidos, basada en el respeto mutuo y el reconocimiento a nuestras profundas diferencias".
"Sabemos que ese es el deseo de nuestro pueblo y el sentimiento que comparten la mayor parte del pueblo de EEUU y los cubanos que allí viven", enfatizó.
En su discurso, Rodríguez reiteró el apoyo y solidaridad de Cuba a Venezuela, a su pueblo y al Gobierno que encabeza el presidente Nicolás Maduro, y condenó las acciones emprendidas por EEUU, "centrada en la promoción de golpes de Estado, magnicidios, guerra económica y sabotaje al suministro de electricidad".
También expresó solidaridad con Nicaragua, reclamo la libertad para el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se solidarizó con las naciones del Caribe que solicitan legítima reparación por las secuelas de la esclavitud, y ratificó el compromiso con la libre determinación e independencia de Puerto Rico, y de las islas Malvinas, en Argentina.
Denunció además la amenaza a la paz que constituye el militarismo de EEUU, con sus centenares de bases militares diseminadas por el mundo.
Apoyó la búsqueda de una solución al conflicto palestino-israelí y rechazó la acción unilateral de EEUU de establecer su embajada en Jerusalén, además de defender el derecho de Siria a su autodeterminación.
El canciller cubano también se solidarizó con Irán y rechazó la retirada de EEUU del acuerdo nuclear con la nación persa, alabó el diálogo intercoreano.
Además condenó la imposición de sanciones contra Corea del Norte.