El germen
Se cumplen los 70 años del nacimiento de una nación. El presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia, Fernando Moragón, señala que lo que había en China hasta ese momento y tras la caída del último emperador Puyi —al final de la dinastía Manchú de los Qing— era un periodo convulso con guerras y generales que van por libre, guerras civiles, etc.
Tras ese enfrentamiento entre el Kuomitang y el Partido Comunista —que resulta vencedor—, Chiang Kai-shek se va con los restos del Kuomintang —partido que lideraba— a lo que era la isla de Formosa que ahora se conoce como Taiwán, donde crea otro Estado. Moragón incide que a partir de ese momento, el gigante asiático comienza a recorrer momentos que marcarían su devenir.
¿Revoluciones dentro de la revolución?
A la fundación de la República Popular de China "le siguió un periodo de convulsiones importantes como fue el 'Gran Salto Adelante' que produjo una hambruna tremenda con millones de muertos; la 'Revolución Cultural', que fue una lucha interna dentro del propio partido, también con muchos muertos, con muchas víctimas y con tremendas atrocidades", explica el experto.
Moragón enfatiza: "Sacar como ha sacado entre 600, 700, incluso se habla de 800 millones de chinos, de la pobreza más extrema muchas veces, en un periodo de tiempo tan corto y pasar de ser un país atrasado a ser la segunda potencia económica mundial, es inaudito, no se ha visto nunca", remacha.
Sacar a un país de la pobreza, ¿provoca una guerra?
"Ahora mismo [esta guerra] tiene su parte fundamental en asuntos comerciales como los aranceles, incluso ya hay algunas sanciones, pero es una guerra que en cualquier momento puede pasar de lo económico a lo militar. Hoy ya sabemos que [esa guerra] es permanente en el ciberespacio", manifiesta el experto.
"Una China que aspira a ser la potencia número uno para cuando se celebre justamente los 100 años de la creación del Estado chino en el 2049", concluye Fernando Moragón.