Según el comunicado oficial, más de 100 simpatizantes del "califato mundial" estaban involucrados en esta red criminal que operaba en una decena de regiones, se hacía pasar por benéfica y consiguió recaudar más de seis millones de rublos (alrededor de 109.000 de dólares) y girarlos por internet y a través de la aplicación Telegram al extranjero, para financiar ataques terroristas en Siria.
La nota añade que entre los miembros de la trama había participantes del ataque terrorista de 2005 contra la capital de la región rusa de Kabardia-Balkaria, Nálchik, y que se activó un régimen de operación antiterrorista para detener a los sospechosos en esta ciudad del Cáucaso Norte.
Además de Kabardia-Balkaria, la red operaba en las regiones de Ingusetia y Tartaristán, las regiones de Krasnodar, Tiumén y Stávropol, así como en Moscú y San Petersburgo.