Un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional "manifiesta su rechazo a toda acción encaminada a perturbar los regímenes democráticos y expresa su apoyo a las acciones emprendidas por el presidente Lenín Moreno, para recuperar y mantener la estabilidad, la paz, la institucionalidad y el orden público, mediante la aplicación de los instrumentos que le otorgan la constitución y la ley de la república ecuatoriana".
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó el estado de excepción el 4 de octubre ante una huelga del transporte público, terminada días después, y protestas masivas contras las medidas económicas impulsadas por su Gobierno, principalmente la eliminación de los subsidios al combustible.
A la huelga de los transportistas se sumaron otros sectores también descontentos con el "paquetazo".
El lunes, miles de indígenas llegaron a Quito en una movilización en reclamo de la salida del FMI de Ecuador y contra la explotación de la selva. Al día siguiente se registraron nuevas protestas masivas en la capital y otras ciudades de Ecuador, mientras que Moreno trasladó la sede del Gobierno a Guayaquil, en la costa del Pacífico.
El martes, en la sexta jornada de protestas, se impuso un toque de queda en zonas cercanas a edificios del Estado en todo el país y se suspendieron las clases hasta nuevo aviso.