El que avisa no es traidor, dice el viejo adagio popular. Y Erdogan avisó que iba a atacar con virulencia a los kurdos que se encuentran en territorio sirio, hasta ese momento cobijados por fuerzas estadounidenses. Para ser más precisos, el pasado 5 de octubre Erdogan afirmó que en días sucesivos podría decidir ejecutar una operación militar: ubicó su GPS en el norte de Siria al este del Éufrates. Entonces, EEUU recogió sus petates y cantó la retirada.
El analista político Eduardo Luque afirma que esta actitud de Washington "es la demostración palpable de la falta de palabra de EEUU".
Bajo el nombre de Fuerzas Democráticas Sirias, estas fuerzas kurdo-árabes han venido operando en Siria desde 2015 a favor de los intereses de Washington. Su finalidad, hacerse con parte del territorio sirio para crear su propio estado, un fin para el que EEUU estaba colaborando. Dicho de otra forma, romper la territorialidad de Siria. Pero ante el envite turco, el país norteamericano abandonó a estas fuerzas kurdo-árabes a su propia suerte.
Llegó el 'día D'
Entonces, llegó el momento. Erdogan anunció oficialmente el inicio de la operación militar en el norte de Siria y que tiene un nombre sugerente: 'Fuente de paz'.
Según la perspectiva de Luque, "Erdogan necesita una acción de fuerza para intentar incrementar su potencial político y la zona donde él piensa que puede conseguir este resultado es a través de la invasión del norte de Siria".
No obstante, matiza que se trata de "una operación que por mucho que Erdogan hable, tendrá un carácter limitado".
Cuando las papas queman
Así, el asesor de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, Badran Jiakurd, declaró a Sputnik que Rusia y Damasco deben defender de la invasión turca los territorios que están bajo control de los kurdos sirios.
Al respecto, Luque afirma que "las fuerzas kurdas pretendían romper el Estado sirio y crear su propio Estado independiente como le prometió Trump".
"La situación para los kurdos se ha complicado extraordinariamente porque […] creyeron que a través del apoyo de EEUU y siendo utilizados de carne de cañón contra el Gobierno sirio, se les permitiría tener un Estado propio", concluye Eduardo Luque.