"Partidarios de Correa difundieron mensajes para derrocar al Gobierno de Lenín Moreno; el ataque a instalaciones petroleras por miembros del partido Revolución Ciudadana (izquierda), que incluye al asambleísta Yoffre Poma, pone en manifiesto la actuación de este partido en los intentos de desestabilización", afirmó Valencia.
Durante las protestas se presentaron una serie actos vandálicos, saqueos y violencia sin precedentes, sobre todo en Quito.
Tanto el Gobierno de Moreno como la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que encabezó las protestas, acusan a infiltrados de esas acciones.
En la noche del domingo, con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas, de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y la veeduría de las diferentes funciones del Estado, los movimientos indígenas y el Gobierno llegaron a un acuerdo que puso fin a las protestas que mantenían convulsionada a la nación andina.
Valencia denunció "propósitos políticos" de desestabilización "evidentes" y que la Fiscalía detuvo a 36 personas para investigarlas por presuntos actos de "terrorismo".
"Produce especial preocupación el apoyo a las protestas por parte del jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y nos preocupa la actuación de venezolanos en los actos violentos; los ciudadanos extranjeros no pueden intervenir en asuntos políticos del Estado que los acoge (...) además, rechazamos el apoyo que hizo Maduro a las protestas", agregó.
Los provocadores "tenían cascos antigas y máscaras de protección; tenían secuencias coordinadas (...) el ataque a los principales medios revela que buscaban difundir el terror", sostuvo Valencia.
"Como se puede apreciar, hubo un peligroso cóctel de factores de injerencia extranjera que se dieron cita en Ecuador para desestabilizar el país (...) La ciudadanía y el Estado ecuatoriano no permitirán que se imponga en el país el autoritarismo y el odio", agregó.
Valencia destacó el "asalto e incendio" de la Contraloría del Estado, donde fueron destruidos el 80% de sus archivos y afirmó que los bloqueos en las carreteras interrumpieron la provisión de agua potable, víveres y medicamentos.
Sostuvo que tres instalaciones petroleras fueron ocupadas, lo que impidió que el país exportara 717.000 barriles de petróleo por valor de 40 millones de dólares.
Valencia deslindó responsabilidad policial en las muertes.
El excanciller Ricardo Patiño había dicho días pasados que las acusaciones de Moreno a Correa y a su movimiento eran "desesperadas y contradictorias".
Correa también rechazó acusaciones de golpismo lanzadas por Moreno, aunque en medio de la crisis reclamó elecciones anticipadas.
"Aquí no hay golpismo, los conflictos en democracia se resuelven en las urnas, y es lo que pedimos (…) que permita adelantar elecciones en caso de grave conmoción social como la que estamos viviendo; el problema es que saben que la respuesta que les dará el pueblo en las urnas será aún más contundente que la que está dando en las calles", afirmó Correa en un vídeo difundido en Twitter.
La fiscalía y la policía de Ecuador procedieron a allanar la sede del partido de Correa y a detener a varios de sus dirigentes.
El Gobierno de México recibió el lunes a seis personas relacionadas con el partido de Correa.