"A partir de hoy [16 de octubre], el Departamento de Estado va a pedir que todas las misiones extranjeras de la República Popular China, su Embajada y sus varios consulados en EEUU, notifiquen al Departamento de Estado, con anticipación, de reuniones oficiales con funcionarios estatales, con autoridades municipales o locales, y visitas oficiales a instituciones educativas o de investigación", afirmó el jerarca durante una conferencia de prensa telefónica.
El funcionario enfatizó que el Gobierno de EEUU no está pidiendo a los diplomáticos chinos que soliciten permiso para realizar sus actividades en el país.
La decisión es en respuesta al acceso limitado que los diplomáticos estadounidenses tienen con actores clave en China, añadió el jerarca, quien declinó comentar sobre las potenciales consecuencias para Pekin en caso de no cumplir con la nueva ordenanza.