Turquía vincula las YPG con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.
El servicio de prensa de la autoproclamada Administración Autónoma Kurda informó previamente que las fuerzas turcas en su operación militar Fuente de Paz usan fósforo blanco y napalm prohibidos por la ONU.
"En nuestros arsenales no hay armas químicas ni prohibidas, pero tenemos información de que las usa la organización terrorista e intenta endosarnos la culpa", dijo Akar citado por la cadena NTV.
Turquía comenzó el 9 de octubre una ofensiva en el norte de Siria para, según anunció, alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en territorio turco.
Estados Unidos, el principal aliado de las milicias kurdas en Siria, rehusó apoyar la intervención de Turquía, retiró sus fuerzas de la zona de hostilidades e impuso sanciones a los ministerios de Defensa y de Energía turcos, así como a los titulares de esas carteras y al ministro de Interior.
Decenas de países condenaron la ofensiva turca al tacharla de "agresión" que viola la soberanía e integridad territorial de Siria, algunas naciones europeas, entre ellas Alemania, Francia y Chequia, ya suspendieron el suministro de armas a Turquía; otras están considerando restricciones similares.