De hecho, en sus palabras el monarca se refirió directamente a su hija: "tu presidencia de honor de la Fundación Princesa de Asturias corresponde al compromiso personal e institucional que tienes con España como Heredera de la Corona".
A pesar de los episodios violentos en Cataluña, en respuesta a la sentencia del Supremo que condenó a los líderes independentistas por sedición y malversación, el monarca evitó referirse a esta cuestión.
En el discurso, además de estos guiños a la sucesión de la corona, se refirió a su relación con Asturias, recordó su primer discurso y habló de los premiados y del valor de estos galardones, que están considerados unos de los más prestigiosos del mundo.
"La concesión de estos premios nos ofrece la oportunidad de homenajear a personas, instituciones y entidades que han marcado la historia de los últimos decenios y cuyo legado será fundamental en el futuro. Personas que abren nuestra cultura y trazan nuestro rumbo hacia nuevos horizontes. Por eso, esta ceremonia, tan llena de emoción y de sentimientos nobles que reviven cada año, es, sobre todo, un homenaje y tributo a la ejemplaridad", resaltó el mandatario.
Por su parte, en su primer discurso, la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, señaló que era "un momento inolvidable" y que ostenta un título que le compromete "con la entrega y el esfuerzo de servir a España y a todos los españoles".
La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebró como es tradición en el Teatro Campoamor de Oviedo, donde se entregaron los ocho galardones.
También el matemático e ingeniero estadounidense Salman Khan y su plataforma Khan Academy, Premio a la Cooperación Internacional; el sociólogo y demógrafo estadounidense Alejandro Portes, Premio Ciencias Sociales; las científicas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, Premio Investigación Científica y Técnica; y la alcaldesa de Gdansk, en Polonia, Aleksandra Dulkiewicz, que recibió el premio de la Concordia en nombre de su ciudad.
El Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró —símbolo representativo del galardón—, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.