"Me reuniré mañana [el 22 de octubre] con los presidentes de los partidos oficialistas y de oposición para poder explorar y avanzar hacia un acuerdo social que nos permita acercarnos con rapidez y eficacia hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos", informó Piñera.
Tras una nueva jornada de manifestaciones masivas en Santiago y en distintas ciudades de Chile, Piñera se dirigió al país desde la sede de Gobierno, el Palacio de La Moneda, para explicar algunas de sus decisiones durante la crisis, como haber decretado el estado de emergencia o los toques de queda.
"Sé que ha veces he hablado duro contra la violencia y la delincuencia, pero compréndanme, lo hago porque me indigna ver el daño y dolor que esta delincuencia provoca, porque es mi responsabilidad mantener el orden público y la seguridad, la violencia no va a prevalecer en Chile", dijo, haciendo nuevamente un paralelo entre las demandas sociales y la delincuencia.
Asimismo, explicó que decidió decretar estado de emergencia y sacar al Ejército y las Fuerzas Armadas a la calle "para que colaboren con las fueras de orden a proteger sus vidas y sus bienes, porque la democracia debe defenderse dentro del marco de la Constitución y la ley, de males como la violencia".
Sobre el único anuncio que se desprendió de su discurso, su reunión con los presidentes de partidos, afirmó que se abordarán temas como "las pensiones de vejez, el precio de los medicamentos, las listas de espera, la calidad de la salud, y crear más y mejores empleos", sin especificar cómo se analizarán en concreto las medidas.
"La unidad es el camino para encontrar soluciones a los desafíos que enfrentamos, para poder reparar el daño físico y moral que han provocado los hechos de vandalismo", cerró.
Las movilizaciones comenzaron el 14 de octubre en Chile debido al alza del precio del pasaje del Metro de Santiago, y a pesar de que el 19 de octubre el presidente anunció que no se aplicará el aumento, las protestas continuaron.
El Estado de Emergencia fue la medida que facultó al Ejército y a las Fuerzas Armadas a desplegarse por buena parte del país, con el fin de controlar a los ciudadanos.