El lote de automóviles incluía sedanes y autos deportivos, y no pudo entrar en el país debido a que en el cargamento se localizó un número indeterminado de Helicella itala, una especie de caracol autóctono de Europa y toda una plaga de importancia agrícola y ambiental que obligó a las autoridades australianas a intervenir.
Los casi 1.000 automóviles permanecen en cuarentena frente a los puertos de Queensland, Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia Occidental, y deberán regresar a Europa, informa The Daily Mail. Serán de vuelta enviados a Zeebrugge (Bélgica) dentro de contenedores de envío.
Todavía no se sabe si el cargo se reenviará a Australia después de que todos los vehículos hayan sido fumigados.
En una declaración oficial, Mercedes-Benz anunció que estaba "investigando la causa y gestionando el proceso en cooperación con el Departamento de Agricultura".
Por su parte, las autoridades australianas recordaron que este caracol se alimenta de alfalfa, lupino, trébol, trigo, cebada, árboles frutales y maleza, lo que pone en peligro toda esta flora.