Al igual que todos los planeadores del mundo, el Perlan II no lleva motores, y ha logrado alcanzar este hito solo usando las corrientes de aire ascendente desde los Andes argentinos. Ello supone un auténtico logro tecnológico, puesto que a la altitud máxima que es capaz de alcanzar esta aeronave —27.500 metros— solo hay un 3% de aire, en comparación con las corrientes a nivel del mar.
En el vídeo se muestra el vuelo a unos 20 kilómetros de altitud, pero el 2 de septiembre de 2019 este mismo planeador batió su propio récord al alcanzar los 23 kilómetros de altura.
El proyecto original de este planeador fue iniciado por el ya difunto Steve Fossett, un emprendedor y aventurero estadounidense que se estrelló en su avioneta en 2007. Más tarde, el proyecto fue retomado por Morgan Sandercock, un piloto de planeadores. Al final, Airbus se convirtió en el patrocinador principal del proyecto.