En un comunicado, el abogado de Lula, Cristiano Zanin, aseguró que buscarán por todas las medidas judiciales posibles para "que el tribunal analice la petición que presentamos en junio pidiendo la declaración de nulidad de todo el proceso".
La reacción de la defensa se da un día después de que la Fiscalía pidiera a la citada corte de apelación que anulara parcialmente el proceso y que devolviera el caso a la primera instancia.
Así pues, Lula tendrá derecho a defenderse después de las acusaciones vertidas contra él por empresarios implicados en el caso.
En base a esta decisión sobre el orden de las declaraciones, el Supremo anuló una condena que pesaba contra el expresidente de Petrobras, Aldemir Bendine, por lo que la defensa de Lula considera que su condena también debe ser anulada.
No obstante, lo que pide la Fiscalía es corregir una parte del proceso, mientras que los abogados del líder izquierdista quieren la anulación total de la condena.
La casa no pertenece a Lula, sino a un amigo personal, pero el exmandatario la solía frecuentar con su familia los fines de semana, por lo que la Justicia entendió que él era el beneficiario final, y le condenó a 12 años y 11 meses de prisión, en primera instancia.
Este caso no tiene ninguna relación con el proceso que llevó a Lula a la cárcel, que se debe a un apartamento en la costa de Guarujá (también en el estado de Sao Paulo), que le costó ocho años y 10 meses de cárcel en una condena ya en segunda instancia.