Según el medio, el Ministerio de Exteriores de Bulgaria exigió que Moscú revocase a su diplomático después de que la Fiscalía General búlgara anunciara su decisión de cerrar un caso por espionaje abierto en contra del ruso, debido a su estatus diplomático.
En particular, la Fiscalía recibió datos de la Agencia Estatal para la Seguridad Nacional (SANS) de que el ciudadano ruso estaba "involucrado en la recolección de información gubernamental clasificada con el fin de revelarla a un Estado extranjero".
La Embajada rusa en Bulgaria rehusó comentar la noticia a Sputnik.
El último caso de expulsión de un diplomático ruso de otro país tuvo lugar en agosto pasado.
Entonces las autoridades ucranianas declararon persona no grata a un diplomático ruso que trabajaba en el Consulado general de Rusia en Leópolis.
Según el Servicio de Seguridad de Ucrania, el diplomático supuestamente realizó actividades de espionaje.