El 27 de octubre el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el clérigo había sido aniquilado en una operación de las fuerzas norteamericanas en Idlib, Siria. Bagdadi supuestamente se suicidó con un chaleco explosivo al verse acorralado pero los estadounidenses lograron identificarlo rápidamente.
"El 70 o 80% de la responsabilidad por la toma de decisiones recae en el mando medio y no en la cúpula [...] En ese sentido Bagdadi era solo una figura simbólica y cumplía un rol político", dijo Sultánov a Sputnik.
Los terroristas, indicó el experto, estaban preparados para la posible aniquilación de su líder.
La amenaza más grave, dijo, es el avance de ISIS en Siria y la decisión a este respecto no depende de Bagdadi sino del mando medio.
Por otro lado, Sultánov catalogó la operación contra el líder terrorista como un espectáculo de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses previstas para 2020.
"La eliminación de Bagdadi es un juego, un espectáculo que nos recuerda lo que sucedió durante el Gobierno de Barack Obama en 2011, un año después debían celebrarse elecciones", dijo el experto al recordar la muerte de Osama bin Laden, líder de Al Qaeda (proscrito en Rusia) que se atribuyó los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Donald Trump, planteó el analista, está repitiendo la maniobra de Obama.
Más temprano el departamento militar ruso recalcó que esta "otra muerte" de Bagdadi no tendrá ningún impacto en la situación en Siria o en las acciones de los terroristas que siguen en Idlib.
Desde que Bagdadi proclamara en 2014 la creación del Estado Islámico de Irak y el Levante, los medios de comunicación en numerosas ocasiones informaron sobre su aniquilamiento sin que luego se confirmara.
*autodenominado Estado Islámico proscrito en Rusia