"Según la evaluación mutua, la implementación de las disposiciones del memorando acordado por Rusia y Turquía servirá para estabilizar la situación en el noreste de Siria, así como para avanzar en el proceso político, incluido en el contexto del inicio del trabajo del Comité Constitucional programado para el 30 de octubre en Ginebra", dice el comunicado.
El 22 de octubre, Rusia y Turquía acordaron el envío de unidades de la Policía militar rusa y soldados sirios a la frontera turco-siria a partir del 23 de octubre para facilitar el traslado de las facciones kurdas a unos 30 kilómetros de la línea fronteriza.
El repliegue de las milicias kurdas debería completarse dentro de 150 horas posteriores al mediodía del 23 de octubre, momento en el que daría comienzo el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, advirtió el 23 de octubre que la operación Fuente de Paz está suspendida pero no concluida y puede reanudarse en caso necesario.
La ofensiva turca estaba dirigida contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG) que operan en el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.