"Lo que existe ahora es un problema nuevo, el hecho falso que generó un crimen contra el presidente", dijo el fiscal en declaraciones al diario local Folha de Sao Paulo.
Aras aseguró que tanto la Fiscalía como el Tribunal Supremo Federal han archivado la notificación que envió el Ministerio Público de Río de Janeiro informando de la existencia de una mención a Bolsonaro en la investigación.
La cadena de televisión Globo difundió el martes una filtración de la investigación que apunta que, el día del asesinato, el 14 de marzo de 2018, uno de los asesinos de la concejala, Ronnie Lessa, acudió a la urbanización donde tiene una residencia el presidente.
Según la versión que dio a la policía el portero de este recinto, Lessa informó que quería ir a casa del presidente Bolsonaro (entonces diputado); el portero llamó al domicilio para autorizar la entrada y obtuvo luz verde de una voz identificada como "don Jair".
Según Aras, los propios fiscales de Río de Janeiro, al enviar al Tribunal Supremo el aviso de que se mencionaba al presidente adjuntaron una declaración de la Cámara que atesta que Bolsonaro estaba en Brasilia el día del crimen.
Además, el fiscal aseguró que "no hay mención al presidente" en las grabaciones de las llamadas entre la portería de la urbanización y las casas señaladas por el portero.
El equipo de la Procuraduría General de la República, según Atas, está escuchando el resto de las grabaciones, referentes a los días siguientes, pero según dijo, de momento no hay indicios de que Bolsonaro esté involucrado.
Fue asesinada el 14 de marzo de 2018 en el centro de Río de Janeiro de varios disparos en la cabeza; el conductor del coche en el que viajaba, Anderson Gomes, también murió en el acto.
El crimen conmocionó al país, y aunque los asesinos materiales fueron detenidos (Ronnie Lessa y Élcio Queiroz) todavía no se logró esclarecer quiénes fueron los autores intelectuales del crimen.