La compañía obtuvo un "beneficio neto de 1.466 millones de euros en los primeros nueve meses" de este año 2019, un 32% menos que en el anterior ejercicio, cuando alcanzó ganancias netas de 2.171 millones.
Sin embargo, el beneficio neto ajustado "se situó en 1.637 millones de euros", lo que implica una caída del 5% respecto al ejercicio anterior.
Entre las causas destaca la caída de los precios del petróleo, pero también la ausencia de plusvalías como consecuencia de la venta en 2018 de su participación en la compañía Naturgy.
A pesar de la baja en los precios, Repsol consigue evitar la debacle que sufrieron en mayor medida otras petroleras como Equinor, BP o Eni, con caídas de entre el 45% y el 59%.