El 27 de octubre Argentina eligió como nuevo presidente al peronista Alberto Fernández, algo que no le gustó al mandatario brasileño debido a las serias diferencias ideológicas que mantiene con el futuro mandatario y la vicepresidenta electa Cristina Fernández de Kirchner.
La tensión entre ambos ya había sido puesta a prueba cuando Alberto Fernández solicitó la liberación del ex presidente brasileño Luis Inácio "Lula" Da Silva, hecho que fue considerado como injerencista por parte de Bolsonaro.
La salida del Gobierno de Mauricio Macri y la intención de Bolsonaro de rebajar las tarifas en el Mercosur, volvieron a tensionar las relaciones e impactan en la institucionalidad del bloque regional.
"Lo que está en juego en la discusión entre el presidente Bolsonaro y el presidente electo Alberto Fernández es el futuro del Mercosur. No creo que hay riesgos en la relación bilateral actual entre ambos países", dijo a Sputnik Marcelo Elizondo, consultor en negocios internacionales y economía.
El país patagónico es el tercer principal mercado de exportación de Brasil, que es a su vez el primer mercado argentino.
Para Elizondo, Bolsonaro está presuponiendo que el Gobierno que asume el 10 de diciembre no acompañará la búsqueda de una reducción del arancel externo común.
El mandatario "entiende que habrá una diferencia entre ambos" y para él "la afinidad política", el hecho de "pertenencia a una corriente ideológica", es un tema muy importante, agregó.
El consultor recordó que para Bolsonaro hay amigos como el presidente de Chile Sebastián Piñera y enemigos como el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
"Yo creo que hay un hecho incontrastable: el Mercosur es un bloque muy cerrado que ha ido perdiendo participación en el comercio internacional. Es el bloque con el arancel común más alto en el mundo, es un bloque con una economía muy poco integrada y algo debe ser reformado. Al parecer lo hechos estarían justificando éstas posiciones aperturistas", agregó Elizondo.
Durante su gira por Asia, Bolsonaro redobló la apuesta al afirmar que su país puede reunirse con Uruguay y Paraguay y tomar una decisión como la que el bloque adoptó en 2012.
En esa oportunidad, se dispuso la suspensión de Asunción a raíz del impeachment que terminó con la destitución del presidente Fernando Lugo, lo que permitió la entrada de Venezuela.
Elizondo sostuvo que históricamente Argentina "ha sido reacia a bajar el arancel externo común” y "ha tenido posiciones proteccionistas, incluso la saliente administración de Mauricio Macri ha diferido la discusión".
