"Dado que Estados Unidos ya empezó a crear misiles de corto y medio alcance, nuestro país, como lo había advertido el presidente [ruso Vladímir] Putin, vamos a actuar de forma simétrica", dijo Lavrov en la Conferencia de No Proliferación que acoge Moscú del 7 al 9 de noviembre.
Lavrov matizó que con el fin de mantener abierta la puerta para la búsqueda de soluciones, Rusia decidió no desplegar esos misiles mientras Estados Unidos no lo haga.
Rusia propuso a los países de la OTAN una moratoria al despliegue de los misiles de medio y corto alcance.
Lavrov alertó también que el bloque bélico ya dio a entender que no aceptará ninguna moratoria.
Moscú, agregó el canciller, propuso además crear un mecanismo para verificar el cumplimiento de la moratoria.
"El mensaje que el presidente Putin envió a líderes de más de 50 países (...) dice claramente que estamos dispuestos (...) a concordar las medidas de verificación, por eso la pelota está en el tejado de esos Estados", subrayó Lavrov.
Lo cierto es que los estadounidenses realizaban desde 2017 trabajos para fabricar esos misiles prohibidos por los acuerdos, según revelaron las imágenes satelitales de una planta en Arizona, publicadas por el Ministerio de Defensa ruso.
La institución desveló también que en noviembre de 2017 el Congreso de EEUU asignó al Pentágono el primer tramo de 58 millones de dólares para el desarrollo de un misil de medio alcance de emplazamiento terrestre.
Con todo, a solo dos semanas de enterrar el acuerdo, los estadounidenses ensayaron su misil.
Importancia del PAIC
Además, Lavrov indicó que pese a las inaceptables medidas adoptadas por Washington, el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) con Irán no ha perdido su importancia y sigue vigente.
Para el jefe de la diplomacia rusa, el PAIC permitió además crear "un mecanismo de transparencia máxima" del programa nuclear del país persa, confirmando sus derechos legales de desarrollar las tecnologías atómicas pacíficas.
"Estamos convencidos de que mantener el PAIC y crear unas condiciones favorables para su implementación sostenible en los plazos previstos corresponde a los intereses de todos los países", subrayó el ministro.
Para Lavrov, se trata de un pacto que "aún se puede salvar", pese a que el comportamiento de uno de los firmantes lo haya puesto al borde de la destrucción.
El ministro recordó que en su momento fue percibido por todos "como el mayor avance logrado no solo en relación con el programa iraní, sino en materia de fortalecimiento del régimen de no proliferación".
Dicho documento contemplaba una serie de limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
En mayo de 2018, EEUU rompió el pacto y empezó a imponer sanciones contra Irán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares.
En mayo de 2019, un año después de la retirada de EEUU, Irán comenzó a recortar gradualmente el cumplimiento de sus compromisos nucleares ante la falta de avance del resto de países signatarios para contrarrestar las restricciones norteamericanas.