"Creo que él puede regresar pronto; el despliegue de la lucha de nuestro pueblo va a crear condiciones para que él regrese pronto", expresó el diplomático a esta agencia.
De todas formas, aseguró que el partido va a participar de nuevos comicios.
"Somos la principal fuerza política del país, no podemos no participar", expresó.
No obstante, dijo que su situación es distinta, y adelantó a Sputnik que probablemente no continúe en su cargo y regrese a su país cuando las condiciones lo permitan.
"Hay un periodo de transición, con un Gobierno de transición (…) volvería a Bolivia en cuanto se calme la situación; hoy en día hay una persecución política a los compañeros del MAS, entonces no es recomendable (volver) en este momento; pero en cuanto las condiciones se calmen, yo retorno a Bolivia", dijo el embajador.
Por su parte, el senador del Partido de los Trabajadores (izquierda), Humberto Costa, dijo a Sputnik que para su agrupación es "necesario y fundamental" repudiar el "golpe de Estado" en Bolivia, al mismo tiempo que manifestar el apoyo a los bolivianos y a Evo Morales.
Morales dimitió el pasado domingo en medio de violentas protestas y luego de que así se lo demandaran la policía y las Fuerzas Armadas.
Las protestas recrudecieron luego de que la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) detectara irregularidades en el escrutinio de los comicios del 20 de octubre y llamara a la realización de nuevas elecciones.
Rechazo al golpe
Los participantes del seminario se desplazaron desde la Cámara de Diputados hasta la embajada boliviana para expresar su respaldo a Morales y su repudio al golpe de Estado.
Kinn saludó la "tan significativa" visita de dirigentes con quienes tiene "una causa común".
"Sé que ustedes están sufriendo, junto con el pueblo boliviano todo ese golpe que el imperialismo y la reacción fascista en mi país han organizado", dijo el embajador en una improvisada conferencia de prensa.
Kinn lamentó que pese a "transformaciones muy profundas", que beneficiaron "a todos los sectores sociales" de Bolivia, los más conservadores alentaran un golpe de Estado contra Morales.
"A pesar de eso, el imperialismo y los sectores más reaccionarios, que nunca comprendieron, que nunca permitieron que el pueblo tenga el poder; nunca pudieron ni quisieron comprender que los sectores populares tenían derecho de gobernar su destino", aseguró el diplomático.
Kinn expresó que estos grupos aprovecharon lo ocurrido en las elecciones para dar un golpe "que ya tenían planificado" desde los primeros años de Gobierno de Morales en Bolivia.
Morales renunció y llegó a México, cuyo Gobierno le concedió asilo político mientras en su país continuaban las protestas, con actos de violencia y vandalismo.