El presidente argentino, Mauricio Macri, quedó aislado en su postura sobre el golpe de Estado en Bolivia, luego de que uno de sus principales aliados políticos, la Unión Cívica Radical (UCR), admitiera que la salida de Evo Morales de la Presidencia de Bolivia se debió a un golpe de Estado.
En su declaración, los radicales (como se conoce a los integrantes de la UCR) manifestaron su preocupación por el alejamiento de Morales, que se dio, según el partido, "en medio de un clima de agitación".
La UCR se refirió primero al proceso electoral que culminó el 20 de octubre y que fue denunciado por la oposición boliviana, señalando que "el cuidado en los procesos, el respeto a la división de poderes, las reglas de equidad en la competencia política son el fundamento de la convivencia cívica".
Pero también enfatizaron que "las tensiones deben resolverse en su marco legal sin injerencias ajenas al poder civil".
En esa línea, la declaración del partido remarcó que "cuidar la democracia en el continente implica un esfuerzo por calificarla", para luego reivindicar: "¡No a las trampas! ¡No a las injerencias externas! ¡No al golpe de Estado! Sí al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica".
Los referentes de la UCR no se callaron
La postura adoptada por el partido fue secundada en las redes sociales por algunos de sus principales referentes. Uno de ellos fue Ricardo Alfonsín, excandidato a la Presidencia de Argentina e hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), primer mandatario del período postdictatorial en el país suramericano
"Repudio absoluto al golpe de Estado y preocupación por la situación que vive Bolivia. La salida siempre es dentro de las instituciones de la democracia", escribió el dirigente.
Repudio absoluto al golpe de Estado y preocupación por la situación que vive Bolivia. La salida siempre es dentro de las instituciones de la democracia.
— Ricardo Alfonsín (@RICALFONSIN) November 11, 2019
El gobernador de la provincia de Jujuy, otro importante dirigente de la UCR, también se expresó en un sentido similar: "Claramente en Bolivia se produjo un golpe de Estado que rechazo terminantemente". El jerarca también reclamó por el cese de la persecución de Evo Morales.
Repudio la persecución a Evo Morales y los miembros de su Gobierno.
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) November 11, 2019
Es imperioso garantizar desde la Comunidad Internacional los Derechos Humanos fundamentales en estos momentos, en particular el derecho a la vida y la paz.
El vicepresidente de la UCR, Federico Storani, fue otro de los importantes dirigentes de esa colectividad que expresó su repudio a lo que calificó como un golpe de Estado, afirmando que su consumación "implica un grave retroceso en la región y mayor sufrimiento para los pueblos de América Latina".
Además, reclamó para Bolivia "una nueva convocatoria a elecciones democráticas con la presencia de veedores y observadores internacionales, en particular los representantes de los países que integran el Mercosur".
#NoAlGolpeDeEstadoEnBolivia pic.twitter.com/Tg4tfTX6px
— Federico Storani (@federicostorani) November 11, 2019
Macri y la UCR, una relación con altibajos
Según el diario argentino La Nación, incluso, que el Gobierno de Macri —cuyo final está previsto para el próximo 10 de diciembre— no haya consultado a sus aliados políticos antes de tomar postura sobre la situación de Bolivia es un nuevo motivo de malestar entre los radicales. El periódico consignó que desde el entorno de Cornejo afirmaron que en el macrismo "no aprendieron nada" en los años de Gobierno.
Las posturas sobre lo sucedido en Bolivia contrarias a las expresiones de Macri y su canciller, Jorge Faurie, no solo vinieron desde la UCR. La diplomática Susana Malcorra, quien encabezó la Cancillería al comienzo de la gestión macrista, también discrepó con el mandatario, afirmando que la salida de Evo Morales se correspondió con un golpe de Estado.