"Una mayor desestabilización de la situación en Irak entraña la amenaza del resurgimiento de ISIS", dijo Zajárova a la prensa.
Según la diplomática, pese a la derrota del grupo terrorista, anunciada en 2017 por las autoridades iraquíes, "unos grupos armados de ISIS continúan realizando actividades de sabotaje en varias regiones del país".
Irak ha sido escenario de protestas contra el desempleo, la corrupción y la ausencia de servicios básicos; por estos motivos, los manifestantes exigen la dimisión del Gobierno.
El pasado 6 de octubre, el Gobierno de Adel Abdul Mahdi dio a conocer el primer paquete de medidas económicas para mitigar el malestar de la población, entre las que se incluyen la concesión de viviendas, subsidios y ayudas sociales para familias de bajos ingresos, así como programas de capacitación profesional y creación de empleos.
El 25 de octubre, el primer ministro iraquí anunció que reorganizaría el Ejecutivo e introduciría enmiendas a la ley electoral, aunque señaló que la dimisión de todo el Gobierno hundiría al país en el caos.
Según los datos de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), más de 300 personas murieron durante las protestas.
*autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países