"Estamos listos para distribuir y normalizar todo el abastecimiento de líquidos a la hoyada [La Paz] en el momento que nos den una pequeña vía de acceso para poder hacerlo", dijo minutos antes de la operación el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.
Centenares de efectivos del orden dispersaron con gases lacrimógenos a las personas que bloqueaban los accesos a la planta de Senkata, en El Alto, y abrieron paso a media mañana a decenas de cisternas y camiones que reanudaron de inmediato las operaciones de recogida y distribución de combustibles, reportaron medios y vecinos con videos en las redes sociales.
Antes del mediodía, diversos vehículos de transporte de combustibles partieron de la planta de Senkata hacia La Paz, custodiados por policías y militares a través de avenidas parcialmente bloqueadas por grupos antigubernamenales.
"Ingresamos solo a un cuarto intermedio en este bloqueo, volveremos mientras no se reponga la legalidad en el país", dijo uno de los dirigentes del bloqueo, no identificado, a la radio San Gabriel de El Alto.
El cerco de seis días a la planta de Senkata, parte de las protestas contra el cambio de Gobierno del 12 de noviembre, cuando la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina en sucesión del depuesto Evo Morales, había puesto al borde de un colapso a La Paz y El Alto.
La operación policial-militar se realizó poco después de la posesión del nuevo presidente de la petrolera estatal YPFB, José Luis Rivero, un veterano ingeniero petrolero, a quien el ministro Zamora encargó normalizar las actividades petroleras, desde la exploración hasta la comercialización.
YPFB es la operadora del estado boliviano en los negocios de exportación de gas natural a Argentina y Brasil.
