"Esta mañana [el 20 de noviembre] se ha procedido al desalojo de la Plaza Universidad y a la recuperación de la normalidad en la circulación", anunció en una comparecencia en el Ayuntamiento de Barcelona el teniente de alcalde de Seguridad y Prevención, Albert Batlle.
El desalojo, que tuvo lugar en la madrugada del 20 de noviembre, ocasionó algunos momentos de tensión entre los jóvenes y la policía, que tuvo que cargar contra un grupo que se resistía a abandonar la protesta.
Barcelona.
— Antidisturbios 🇪🇸 (@FuerzasDelOrden) November 20, 2019
Desalojo de la acampada de la plaza Universidad.
El momento más tenso de dicho desalojo. pic.twitter.com/vl82rwiT8s
Un dispositivo formado por 150 agentes irrumpió en la acampada por sorpresa a la 1:00 (hora local) y consiguió echar a los cerca de 80 estudiantes que todavía permanecían en la calle después de tres semanas.
La operación, conducida por la Guardia Urbana con la colaboración de los Mossos d'Esquadra, se llevó a cabo con el objetivo de recuperar la normalidad en el espacio público y retomar la circulación de las calles Gran Vía, Pelayo y Ronda Universidad, tres importantes arterias que permanecían cortadas desde octubre.
Barcelona.
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Desalojo de la acampada de la plaza Universidad.
Son cerca de las tres de la madrugada y la plaza vuelve a ser de todos los catalanes. pic.twitter.com/thTv7JBeoK
El desalojo terminó sobre las 3:30 con la plaza "limpia, vacía y recuperada la circulación", explicó el teniente de alcalde.
Todo el material del que disponían los estudiantes, incluidas las tiendas de campaña, fue requisado por la policía y depositado en un almacén municipal, donde los manifestantes podrán recuperar sus pertenencias.
A los jóvenes que fueron identificados por la policía se les comunicará la sanción correspondiente por haber ocupado la vía pública.
Unos 80 operarios y 35 vehículos del servicio de limpieza procedieron a regar y limpiar la plaza, que recuperó la normalidad a primera hora de la mañana.
"Agradezco sinceramente el buen y rápido trabajo durante la operación del cuerpo de Guardia Urbana y Mossos, por la tarea realizada esta noche y durante las últimas semanas", declaró el teniente de alcalde.
Durante tres semanas, la acampada de protesta sumó centenares de personas y varias decenas de tiendas de campaña, cuyo número se fue reduciendo en los últimos días, aunque todavía quedaba un grupo de personas dispuesto a seguir manifestándose.
Los principales ejes comerciales de Barcelona habían criticado en un comunicado la permanencia de esta protesta, que cortó algunas de las vías más concurridas de la ciudad tanto por vehículos como peatones.