"El hecho de que una mujer llegue a la vicepresidencia no necesariamente significa que va a luchar más a favor de las mujeres, depende de los programas" de Gobierno de los partidos, opinó Celiberti.
Uruguay tiene de hecho una vicepresidenta, la senadora Lucía Topolansky, quien asumió el cargo en 2017 tras la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic.
El PN armó una coalición política luego de la primera vuelta del 27 de octubre pasado para enfrentar al FA en el balotaje, que resultó primero.
A esa coalición se sumaron las principales agrupaciones opositoras: el Partido Colorado (centroderecha), Cabildo Abierto (derecha), el Partido Independiente (centroizquierda) y el Partido de la Gente (derecha).
Celiberti expuso "algunas reservas respecto a la coalición porque el partido que lleva la candidatura de Beatriz Argimón, teniendo ella una trayectoria interesante en los temas de género, tiene alianzas con sectores que han declarado la guerra a la ideología de género", como Cabildo Abierto (derecha).
Argimón es una escribana feminista que impulsó normas como la ley de cuota de género en las listas electorales.
En ese documento se comprometieron a lograr igualdad salarial y más apoyo a jefas de hogar y a víctimas de violencia de género.
Celiberti dijo que en el caso de Cabildo Abierto ese compromiso es más bien electoral ya que las "expresiones públicas" de sus dirigentes "no van con la igualdad de género, está en contra del aborto".
Lucha de años
El hecho de que el 24 de noviembre Argimón o Villar sean elegidas vicepresidentas "es parte de una lucha que tiene muchos años por parte de las mujeres políticas y las mujeres de las organizaciones sociales", afirmó la dirigente feminista.
Sin embargo, "falta dar otros pasos que signifiquen que los electores puedan elegir dentro de sus partidos a mujeres como candidatas a la presidencia; llegará ese día, tal vez en las próximas elecciones" de 2024, comentó.
Celiberti recordó que "la ley de cuotas se crea en 2009 y recién se aplica en 2014, estas son las segundas elecciones".
La ley de cuotas, que obliga a colocar a una persona de distinto género cada tres lugares en las listas electorales, ha mostrado sus limitaciones, como la propia Argimón reconoció recientemente al afirmar que se necesita una ley de paridad.
De hecho, habrá menos escaños ocupados por mujeres en el Parlamento que será investido el próximo 15 de febrero: apenas 18 diputadas (en 99 bancas) y ocho senadoras (en 30 bancas).
En la actual legislatura hay la misma cantidad de senadoras, y 22 diputadas.
Pero hay problemas profundamente enraizados, como la desigualdad salarial en el sector privado y la violencia de género.
Entre enero y septiembre 14 mujeres fueron asesinadas por razón de su género, según el Ministerio del Interior, que realiza un análisis detallado antes de calificar cada caso como feminicidio.
Mientras, la Intersocial Feminista tiene contabilizados hasta este mes 30 feminicidios en todo el país.