"Los turcos deben destruir, devolver o deshacerse de algún modo del S-400 y es que no les hemos denegado la posibilidad de comprar las baterías Patriot", señaló el Departamento de Estado norteamericano en un comunicado.
Un alto cargo de la Cancillería estadounidense volvió a amenazar a Turquía con restricciones pero se abstuvo de mencionar medidas y fechas concretas.
El funcionario se limitó a decir que "Turquía sabe lo que tiene que hacer" para volver a la mesa de negociaciones. Ankara está excluido del programa de suministros de los aviones de combate F-35.
El comunicado fue publicado en el contexto de la visita que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realizó el 12 y 13 de noviembre a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.