La semana pasada varias ciudades de Irán fueron escenario de protestas después de que el Gobierno anunciara la decisión de racionar la gasolina y aumentar su precio.
Algunas de las protestas fueron pacíficas, pero otras desembocaron en disturbios armados con daños a bienes públicos e incendios de bancos.
Hubo víctimas mortales tanto entre los participantes en los desórdenes como entre las fuerzas del orden.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que los disturbios fueron organizados por EEUU.
Teherán no fue la única ciudad donde este 25 de noviembre tuvieron lugar manifestaciones contra los desórdenes y en apoyo a los dirigentes del país.
Las autoridades reconocieron el derecho del pueblo a manifestarse sin disturbios.