"El Comité debe trabajar de manera constructiva, esperamos que esta labor continúe pese a los intentos de ciertas fuerzas, no interesadas en el éxito [del trabajo], de crear algunos problemas", dijo Bogdánov.
Asimismo el vicecanciller confió en que nada obstaculice la labor del comité.
"La amenaza de interferencia externa, de imponer decisiones a las partes sirias desde el exterior, contradice directamente la resolución 2254, y nuestros colegas de la ONU, incluidos el secretario general de la ONU y su enviado especial Pedersen, están obligados a poner fin a esos intentos", dijo Lavrov durante una rueda de prensa.
Lavrov advirtió asimismo que "no son pocos los que quieren que este proceso [el trabajo del Comité Constitucional] fracase".
"La amenaza siempre existe", constató y precisó que un fracaso podría servir para justificar una intensificación de la injerencia militar en Siria, con el fin de conseguir un cambio de gobierno en ese país.
El canciller ruso apuntó que el Comité Constitucional sirio habría podido iniciar su trabajo en diciembre del año pasado, si los países occidentales del llamado Pequeño Grupo sobre Siria no hubieran obligado al liderazgo de la ONU a dejar de apoyar este proceso.
Lavrov no descartó reunirse con Pedersen en diciembre próximo.
"Le diremos que él [Pedersen] debe guiarse estrictamente por su mandato, para garantizar que todos, sin excepción, respeten el principio de alcanzar acuerdos entre las partes sirias y eviten cualquier intento de interferir en ese proceso", dijo el ministro ruso sobre la agenda de esa eventual reunión.
Previamente la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió en un comunicado que la escalada de tensiones en el noroeste de Sira podría socavar las negociaciones.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La decisión de crear un comité constitucional, que sesionaría en Ginebra y se dedicaría a preparar una reforma de la Carta Magna, fue el resultado principal del Congreso de Diálogo Nacional Sirio, que se celebró a finales de enero de 2018 en la ciudad rusa de Sochi.