Los estallidos sociales que se dieron en Suramérica en los últimos meses tuvieron su peor cara en el asesinato de varios jóvenes, muertos o heridos gravemente como consecuencia de la represión policial de las manifestaciones.
Dilan Cruz (Colombia, 2019)
Las protestas en Colombia contra las medidas del presidente Iván Duque habían comenzado el 21 de noviembre pero se extendieron a los días sucesivos. Fue así que el sábado 23 se produjo una nueva movilización en la ciudad de Bogotá, la capital de Colombia.
La movilización intentó ser dispersada por agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que utilizó gases lacrimógenos y granadas de aturdición.
En ese contexto, el joven Dilan cayó herido y perdió el conocimiento, falleciendo horas más tarde en un hospital. Varios vídeos que circularon en redes sociales muestran cómo fue alcanzado por un disparo de un policía, que le apuntó por la espalda. Las pericias forenses ratificaron que se trató de un homicidio.
Tras su muerte, Dilan fue tomado como un símbolo de las protestas y del rechazo a los abusos del Esmad en Colombia.
Dolor infinito, infinito, infinito!
— Claudia López 👍 (@ClaudiaLopez) November 26, 2019
A la familia y amigos de Dilan, y a todos los jóvenes de Bogotá y de Colombia un abrazo.
En el dolor y en la esperanza defender la vida e ilusiones de nuestros jóvenes en cada rincón de Colombia es lo que nos une como sociedad. pic.twitter.com/jbKNzPjLqJ
Gustavo Gatica (Chile, 2019)
Gustavo Gatica tiene 21 años y estudiante de Psicología en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano que el 8 de noviembre salió a las calles en Santiago de Chile para participar en otra de las movilizaciones contra el Gobierno de Sebastián Piñera.
El centro de salud confirmó el 26 de noviembre que "la gravedad de sus lesiones determina que su condición sea visión cero bilateral permanente", por lo que el joven no podrá ver con ninguno de sus ojos.
El caso de Gatica también se volvió paradigmático del uso ilegal que los carabineros hicieron de los balines y perdigones, apuntando en muchos casos directamente a los rostros de los manifestantes.
De hecho, se reportaron al menos 182 casos de personas heridas en los ojos por la Policía.
Marco Oto (Ecuador, 2019)
Las protestas en Ecuador se habían iniciado a comienzos de octubre, a raíz de una serie de medidas económicas del presidente Lenín Moreno conocidas como el "paquetazo". Si bien el tramo final del conflicto fue protagonizado por las organizaciones indígenas, las movilizaciones incluyeron a varios sectores de la sociedad ecuatoriana.
Testimonios y vídeos difundidos en redes sociales muestran como Oto quedó "atrapado" entre la reja del puente y un contingente de policías motorizados. Los agentes lo persiguieron sin conocer que el joven padecía una discapacidad motora que le dificultaba correr o realizar movimientos bruscos.
Junto a otro joven, Oto intentó alcanzar una puerta que se encontraba en la mitad del puente. Ambos terminaron cayendo del puente hacia la calle, falleciendo horas después. El parte médico indicó que el joven falleció producto de un trauma encefalocraneano.
Antonio Ronald Quispe (Bolivia, 2019)
El golpe de Estado perpetrado en Bolivia por la presidenta de facto Jeanine Áñez encontró el rechazo de gran parte de la población boliviana, que continuó movilizándose en contra de su autoproclamación. El epicentro de la resistencia fue la ciudad de El Alto, donde estudiantes e integrantes de la colectividad aymara se organizaron para hacer sentir su reclamo.
La represión dejó un saldo de 10 muertos. Entre ellos estaba Antonio Ronald Quispe Tiscona, un joven de 23 años que, según su familia, no participaba de las protestas.
La madre del joven contó que el joven no integraba el grupo que bloqueaba la planta sino que simplemente pasaba por el lugar de camino a la casa de su hermana, en La Paz. De acuerdo a las pericias el joven murió producto de un disparo en la cabeza que le ingresó desde arriba. Por ese motivo, la familia denuncia que la Policía disparó a la multitud desde un helicóptero.
Quispe fue uno de los diez jóvenes que murieron tras el operativo policial.
Rafael Nahuel (Argentina, 2017)
En 2017, Argentina vivió un recrudecimiento del conflicto entre los pueblos mapuches que habitan en el sur del país y el Estado argentino, por la soberanía de sus tierras ancestrales.
El 25 de noviembre, el Grupo Albatros de la Prefectura llegó a Villa Mascardi, una zona ubicada a 30 kilómetros de Bariloche, para desalojar a un grupo de mapuches que acampaban en el lugar, que según la Justicia estaba comprendido en la ley de Parques Nacionales.
El operativo, que incluyó a unos 400 efectivos armados fuertemente armados, derivó en una violenta represión en la que Rafael Nahuel, un joven de 22 años, recibió un disparo de arma de fuego por la espalda. La bala ingresó en un glúteo y Nahuel falleció pocas horas después en un hospital.
Sergio Silva (Brasil, 2013)
Las protestas contra la suba en el precio del transporte fueron multitudinarias en Brasil en el año 2013. El 13 de junio de ese año, el fotógrafo Sergio Silva fue enviado a una de las manifestaciones para realizar una cobertura para el diario Folha de Sao Paulo.
Según contó luego el fotógrafo, la Policía militarizada cercó una avenida y avanzó sobre los manifestantes a pesar de que marchaban pacíficamente. Los efectivos lanzaron gas lacrimógeno, granadas de aturdición y dispararon balas de goma sobre los manifestantes, agrediendo también a los periodistas que cubrían los hechos.
Sérgio Silva, fotógrafo, atingido por bala de borracha em 13/6/2013 durante manifestação em SP http://t.co/2HbFMrK6fp pic.twitter.com/GMGZK8Wunr
— Anistia Internacional 🕯 (@anistiabrasil) June 9, 2014
Silva fue alcanzado por una bala de goma en su ojo izquierdo, que inmediatamente se hinchó y sangró. El fotógrafo fue hospitalizado inmediatamente pero no pudo evitar la pérdida de su ojo.