El avión que antes pertenecía a la compañía israelí El Al, se había vendido a una compañía alemana, según el digital israelí Ynet.
El aparato despegó del aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv, con destino a Portsmouth, New Hampshire, en EEUU.
Ante la incógnita de si ocurría alguna cosa a bordo, dos aviones de combate Typhoon se enviaron desde una base de la Royal Air Force en Coningsby e interceptaron el avión, según informaron medios británicos.
Después de que se restablecieran las comunicaciones con el avión, el vuelo continuó según lo planeado hacia EEUU y los aviones de combate regresaron a su base.
Los aviones de la fuerza aérea habían sido autorizados para volar rápido y superar la barrera del sonido, lo que provocó una fuerte explosión que despertó a muchos residentes de la capital británica, justamente tras un atentado, el 29 de noviembre, en el puente de Londres, en el que un hombre mató a dos personas e hirió a varias.
