"El crecimiento de la economía de la zona euro sigue siendo débil, en el tercer trimestre de 2019 el crecimiento del producto interno bruto fue solo del 0,2% en términos trimestrales", dijo Lagarde al intervenir en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (ECON) y añadió que "el crecimiento débil se debe principalmente a factores globales".
Asimismo señaló que los pronósticos para la economía mundial siguen siendo inciertos, lo que reduce la demanda de bienes y servicios en la eurozona, así como afecta el sentimiento empresarial y la inversión.
Sobre todo, esta situación dañó el sector industrial y también otros ámbitos, pero en menor escala, por ejemplo el sector de servicios.
Lagarde destacó además la necesidad de revisar la estrategia del regulador con el fin de enmendar la política monetaria.