Organizada por Naciones Unidas, la cumbre reúne a más de 190 países y se centra en los pasos cruciales que es necesario dar para combatir el cambio climático. La edición de este año tiene por objeto reglamentar el Acuerdo de París y alcanzar un balance neto cero de emisiones de gases de efecto invernadero en la segunda mitad de siglo.
"Debemos demostrar finalmente que nos tomamos en serio nuestro compromiso de detener la guerra contra la naturaleza", declaró Guterres en la ceremonia de apertura.
El secretario general de la ONU también cree que los compromisos anunciados por la Comisión Europea en materia de lucha contra el cambio climático pueden empujar a otros actores clave a un proceso de negociación para alcanzar consensos globales desde los que abordar la crisis ambiental.
"Creo que con Europa en esta posición hay potencial para una negociación exitosa con los otros actores clave como son EEUU, China, India o Japón", dijo Guterres.
En concreto, Guterres aplaudió los anuncios hechos por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, por los que el club comunitario se compromete a adoptar una serie de actuaciones para avanzar hacia el cumplimiento del Acuerdo de París, en el que se fija como objetivo la contención del aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados para finales de siglo.
La neutralidad climática se consigue cuando un Estado emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que retira por otras vías.
Guterres considera que el anuncio de un compromiso europeo en esa dirección es un hecho a celebrar ya que crea un precedente a seguir por el resto de países en un contexto marcado por la inacción de aquellos que emiten más de gases de efectos de invernadero.
"El problema es que los emisores más importantes están quedando atrás", señaló antes de apostillar que por eso "es muy importante que la Comisión Europea anunciara planes para alcanzar la neutralidad climática".
Transición justa
A lo largo de su comparecencia ante la prensa, Guterres aseguró en distintas ocasiones que la emergencia climática requiere de medidas audaces que van incluso más allá de los Acuerdos de París.
En opinión de Guterres, es "absolutamente posible" conjugar una transición ecológica ambiciosa con un "desarrollo económico sostenible e inclusivo".
"Ahora tenemos muchos subsidios a los combustibles fósiles, subsidios que salen de nuestros impuestos. Es perfectamente posible que esos subsidios se dediquen a ayudar a los grupos sociales con problemas", apuntó.
Guterres no pecó de ingenuo y se declaró consciente de que cualquier cambio en los modelos extractivistas conllevará forzosamente el "sufrimiento de algunas áreas", argumento que utilizó para reforzar su tesis de abordar la transición ecológica de una forma "justa" con las personas más expuestas.
Madrid acoge desde el 2 al 13 de diciembre la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP25).
A nivel de contenidos la COP25 se presenta como una cumbre de transición en la que no se espera la adopción grandes acuerdos, ya que el principal objetivo del evento será cerrar algunos flecos pendientes del Acuerdo de París.
No obstante, la cumbre llega en un momento de efervescencia del movimiento ecologista a nivel global, lo que ofrece a los líderes políticos un marco propicio para empezar a diseñar las líneas maestras de la acción multilateral para responder a la emergencia climática en años venideros.
El secretario general de la ONU dejó claro que las declaraciones sobre la ambición política para los próximos años son casi tan importantes como los acuerdos que puedan salir de Madrid.
"Es esencial que haya buena voluntad de todas las partes para conseguir la implementación total del Acuerdo de París (...) pero más importante incluso que las negociaciones es el hecho de que esta cumbre tenga la capacidad de dar fuerte impulso a la acción climática", dijo Guterres.