"Por el momento, consideramos más de 360 casos y reclamaciones de los ciudadanos contra el Gobierno estadounidense", comunicó Esmaili al destacar que la Justicia de Irán ordenó cobrar a EEUU 130.000 millones de dólares.
Subrayó que las reclamaciones se presentaron por las personas directamente afectadas por "acciones estadounidenses".
Las manifestaciones en Irán estallaron después de que el Gobierno anunciara el pasado 15 de noviembre la decisión de racionar la gasolina y aumentar su precio.
El Gobierno iraní aseguró que con el aumento de los precios de la gasolina busca ayudar a las familias con bajos recursos gracias a los ingresos adicionales que recibiría y que colocaría en un fondo especial para este fin.
Algunas protestas fueron pacíficas mientras que otras se volvieron violentas y causaron muertos tanto entre los participantes en los desórdenes como entre las fuerzas del orden.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que los disturbios fueron orquestados "por las fuerzas reaccionarias de la región, los sionistas y los estadounidenses".