Los agentes detuvieron el auto en la frontera de Beni Enzar, en Melilla, por sus dimensiones anormales. En su interior dos inmigrantes de Guinea de 19 años se habían montado su refugio. Una joven se encontraba en la cavidad detrás de los asientos traseros.
Por su parte, el chico se había escondido en un lugar aún más rebuscado: en el hueco entre el salpicadero y el motor. De hecho, durante el rescate tuvo que salir arrastrándose sobre el motor del vehículo.
Los dos inmigrantes presentaron signos de intoxicación por los gases de combustión generados por el auto. A pesar de que necesitaron asistencia para andar, sus vidas no corren peligro, y fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla.
Los hechos ocurrieron el 23 de noviembre, pero la Policía hizo público el vídeo varios días más tarde.