Nueve meses atrás, en marzo de 2018, el mandatario estadounidense anunció unos polémicos aranceles al acero y el aluminio. Por entonces, la decisión que respondía a una política de disminución del déficit comercial del país afectaba a varias naciones, entre las que se contaban Argentina y Brasil.
Sin embargo este lunes 2 los suramericanos volvieron a escena luego de que Trump anunciara vía Twitter que reestablecería las tarifas fijadas en 2018 en 25 % al acero y 10 % al aluminio.
"Brasil y Argentina han devaluado fuertemente sus monedas, lo que no es bueno para nuestros agricultores. Por lo tanto, con vigencia inmediata, restableceré las tarifas de todo el acero y aluminio que se envíe a EEUU desde esos países", publicó en la red social.
Consultado por Sputnik, el profesor Federico Vaccarezza, magister en Relaciones Comerciales Internacionales, cuestionó que haya sido esta la principal motivación. Recordó, además, que EEUU tiene superávit con ambos países pero este se revierte en el sector de los metales, en el que de hecho Brasil lo dejó con un déficit de 3.100 millones de dólares en 2018 por sus exportaciones de acero.
"Ahora también tiene déficit con Rusia en materia de acero por 2.800 millones, tiene con Canadá por 1.200 millones, con Corea por otros 1.200 millones de dólares o con Alemania por 1.100 millones y Japón por 1.000 millones de dólares", apuntó.
"Estas economías no tienen el peso relativamente débil que tiene Brasil. Las retaliaciones que Rusia puede llegar a hacer, o que Canadá, Corea, Alemania o Japón pueden hacer, son mucho más duras en el esquema de alianzas que pueden desatar para defenderse de Trump. O sea, el presidente dice '¿a quien le puedo cortar? A Alemania no puedo, a Rusia no puedo. ¿A quién puedo? A Brasil qué me puede hacer. Nada', entonces le corta a Brasil", analizó.