El fantasma de la polémica que se desató en torno al traspaso de mando entre Cristina Fernández y Mauricio Macri volvió a posarse sobre la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, a pocos días de la asunción del presidente electo Alberto Fernández.
Todo había comenzado con el desacuerdo entre Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y Macri, que había ganado las elecciones de 2015 liderando la coalición Cambiemos. En la tensa reunión que los dos habían tenido para coordinar la ceremonia, Macri había solicitado que Fernández le entregara la banda y el bastón presidencial en la Casa Rosada sobre el mediodía, luego de haber jurado ante el Congreso.
Para Fernández, sin embargo, el itinerario debía ser otro: la entrega de los atributos presidenciales debía darse directamente en el Congreso, instancia en la que formalmente Macri se convertiría en presidente de la Nación.
Los antecedentes, lejos de aclarar, le daban la razón a los dos: la ceremonia que quería Macri se había dado en los traspasos entre Raúl Alfonsín y Carlos Menem en 1989 y entre Menem y Fernando de la Rúa en 1999. La que quería Fernández se había dado entre Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner en 2003 y entre Kirchner y la propia Fernández en 2007.
En el libro Sinceramente, escrito por CFK y editado en 2019, la actual vicepresidenta electa contó que aquella única reunión con Macri culminó con el acuerdo de realizar el traspaso en el Congreso. Sin embargo, una llamada telefónica de Macri al día siguiente cambió todo: el presidente electo acusaba a su antecesora de querer "arruinarle la asunción".
En el mismo fallo, la magistrada dispuso otra cosa inédita en la historia argentina: que "desde el inicio del mandato presidencial (a la medianoche del día 10 de diciembre de 2015) y hasta tanto Mauricio Macri y Marta Gabriela Michetti juren como presidente y vicepresidente de la Nación respectivamente, quien estará a cargo de la Presidencia de la Nación será el presidente provisional del Senado".
Ese cargo recaía entonces en el senador de Cambiemos Federico Pinedo, quien finalmente tomó posesión de la Presidencia a la hora cero del 10 de diciembre y ejerció su mandato durante doce horas, hasta el momento en que Macri juró ante el Congreso de la Nación.
Cristina Fernández llegó a bromear con el curioso final de su mandato en el acto de despedida que realizó en la Plaza de Mayo: "A las 12 me convierto en calabaza", dijo, en referencia a la carroza de La Cenicienta, el clásico cuento de los hermanos Grimm.
¿Puede volver a suceder?
A pesar de haber competido en las elecciones, la amplitud con la que ganó y el estilo más dialoguista de Alberto Fernández favoreció una transición más ordenada que la anterior. Incluso, Macri y Alberto Fernández se fotografiaron juntos, algo impensable en la sucesión de 2015.
El 27 de noviembre, día en que los nuevos senadores tomaron posesión de sus cargos, la senadora peronista Claudia Ledesma Abdala también juró como nueva presidenta provisional de la Cámara Alta, sucediendo a Pinedo como número tres en la línea de sucesión presidencial.
Felicito a mi sucesora a partir del 10, la senadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora por su designación como presidenta provisional del Senado. pic.twitter.com/YCzZauZv6x
— Federico Pinedo (@PinedoFederico) November 28, 2019
No tardaron las especulaciones sobre si a Ledesma le tocaría la misma responsabilidad que a Pinedo, en un escenario en que la Justicia volviera a ordenar un traspaso mediado por un presidente provisional.
Las fuentes citadas por el diario indicaron que Macri, para evitar un nuevo conflicto y con la convicción de que no debe dejar la Presidencia un día antes, accedió a entregar la banda y el bastón presidencial en el Congreso. El equipo de Fernández habría asegurado una ceremonia "respetuosa y sin silbidos" hacia el presidente saliente.
Como muestra de acercamiento, Fernández tiene previsto compartir una cena con Macri en la noche del 9 de diciembre.