"Cuando la Alianza fue fundada, la respuesta [a la pregunta de quién es enemigo] fue fácil — Rusia, la Unión Soviética; pero en 30 años la situación ha cambiado. ¿Todos en la mesa consideran a Rusia como enemigo? No creo", dijo Macron durante una rueda de prensa en Londres, donde se celebra la cumbre de la OTAN.
Asimismo el líder francés apuntó que Moscú "es un vecino en términos geográficos" y ayuda a solucionar varias cuestiones pendientes.
A este respecto indicó que el desarrollo del diálogo con Rusia no significa el debilitamiento de la posición de Europa Oriental.
En particular el líder francés apuntó que la seguridad, la estabilidad y los intereses vitales de los países de Europa Oriental son de gran importancia y que el diálogo con Rusia se llevará a cabo "en contacto permanente con ellos y con su consentimiento".
Sin embargo Macron opinó que algunas acciones de Rusia amenazan a los países vecinos y subrayó que la crisis ucraniana representa el mejor ejemplo.
En este sentido observó que su reciente criticismo, cuando afirmó en una entrevista que la OTAN está "cerebralmente muerta", aportó resultados fructíferos en la reunión de Watford.

Así, los 29 miembros aceptaron lanzar un "proceso de reflexión" para "clarificar las estrategias y políticas" de la organización.
El proceso estará gestionado por "expertos" bajo la dirección del secretario general, el noruego Jens Stoltenberg.
La cumbre reafirmó el principio de defensa colectiva de "uno para todos y todos para uno", según señaló en la conferencia de prensa oficial.
"En tiempos desafiantes, somos más fuertes como una alianza y nuestras poblaciones están más a salvo", señala el comunicado final.
La declaración salta por encima de las divisiones y sostiene que los "lazos y compromisos mutuos" han garantizado la "libertad, los valores y la seguridad" de los Estados miembros.