"El Gobierno federal debe responder si esas sanciones obstaculizan el funcionamiento del gasoducto, tenemos que estudiar contramedidas", dijo Ernst a Sputnik.
El también presidente del comité de economía y energía del Parlamento alemán subrayó que "no es asunto de los estadounidenses cómo Alemania lleva a cabo su política energética".
"Las sanciones con las que nos amenazan son totalmente inaceptables", enfatizó.
Además, el diputado alemán cuestionó la ayuda de la UE a Ucrania por su postura sobre el Nord Stream 2.
Ernst aseguró que Alemania opta por comprar el gas a Rusia y no a EEUU.
El diputado señaló que la cuestión del precio de gas es crucial para Alemania.
La política energética alemana no concierne a Washington, agregó.
"Mientras el gas ruso sea mucho más barato y más ecológico que el gas estadounidense producido por el fracking (fracturación hidráulica), Alemania seguirá comprándolo (...) actualmente, existe un amplio consenso, incluso en el Bundestag alemán, de que queremos el gas ruso y queremos mantener relaciones con Rusia", afirmó Ernst
Según la diplomática, Kiev estima que estas sanciones podrían frustrar la puesta en marcha de Nord Stream 2, especialmente ante la necesidad de pactar nuevo contrato para el suministro de gas ruso a Europa por el territorio ucraniano.
A finales de noviembre el senador estadounidense Jim Risch señaló que el Congreso planea detener el avance del proyecto Nord Stream 2 con una ley que podría ser promulgada en 2020. La normativa prevé represalias contra las compañías que participan en el tendido del gasoducto que busca elevar la seguridad energética de Europa.
Sanciones antirrusas
Las sanciones contra Rusia debilitan a Europa y Alemania, declaró Ernst.
"Si ahora, debido a la situación política en el este de Ucrania, surge la oportunidad para la distensión, será necesario discutir el tema de las sanciones, pues no puede haber sanciones eternas, esto debilita a Europa y Alemania", afirmó.
El diputado ve inaceptable que los estadounidenses hagan negocios con los rusos "aunque no permiten que Rusia tenga negocios con otros".
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la reincorporación de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esa opción.