"Kóbolev habló voluntariamente con los fiscales estadounidenses", dijo el abogado del alto funcionario ucraniano, Lanny Brauer, citado por el canal.
Parnas y Fruman, empresarios estadounidenses de origen ucraniano y bielorruso, respectivamente, están siendo investigados por canalizar donaciones ilegales de altos funcionarios ucranianos y un hombre de negocios ruso a políticos estadounidenses.
Parnas y Fruman también podrían haber ayudado a Rudolph Giuliani, el abogado personal de Trump, a realizar una investigación independiente sobre las actividades del exvicepresidente estadounidense Joe Biden y su hijo Hunter en Ucrania.
Los fiscales de Nueva York investigan si Giuliani recibió algún beneficio propio de los proyectos de gas que Parnas y Fruman realizaban en Ucrania.
Todo ocurre en medio de las investigaciones del opositor Partido Demócrata estadounidense para iniciar un juicio político contra Trump por supuestas presiones al presidente ucraniano Volodímir Zelenski para dañar la candidatura de Joe Biden para los comicios de 2020.
Lo cierto es que Trump había pedido a Zelenski investigar la destitución del fiscal general ucraniano Víctor Shokin que investigaba a Hunter Biden y a Burisma Group, el caso se remonta al año 2016.
Hunter se fue de Burisma Group en abril de 2019, el mismo mes en que Poroshenko perdía las elecciones presidenciales en Ucrania.