Moscú planea "actuar de manera pragmática: responder a los pasos inamistosos, pero permanecer abierto para reanudar un diálogo constructivo con Washington, para buscar juntos las vías de sanear las relaciones ruso-estadounidenses", dijo el canciller ruso en entrevista con la agencia italiana Askanews.
Añadió que "Rusia seguramente no aspira a crear nuevas dificultades en las relaciones con EEUU", sino, al contrario, desde hace tiempo propone a EEUU establecer una cooperación estable y previsible sobre todos los temas.
Lavrov advirtió también de posibles provocaciones en torno a Rusia durante las elecciones presidenciales en EEUU de 2020.
"Entendemos que con la aproximación de las nuevas elecciones presidenciales en EEUU nuestros adversarios pueden volver a tratar de jugar la carta rusa y solucionar sus propios problemas a costa de Rusia", dijo.
La cooperación con la UE
"Por nuestra parte, todavía estamos abiertos a una cooperación pragmática con la UE, nuestro vecino e importante socio comercial y económico", dijo Lavrov.
Los problemas existentes entre Moscú y Bruselas, según el canciller ruso, pueden resolverse "si uno se guía por el principio del respeto de los intereses mutuos".
Lavrov destacó que las relaciones con la UE siguen influenciadas por un pequeño grupo de rusófobos dentro del bloque comunitario, que con el apoyo de EEUU busca "contener" a Rusia.
Libia
"La política rusa en Libia es extremadamente responsable, no tiene dimensión geopolítica y pone los intereses libios a la vanguardia. No estamos del lado de algún bando del conflicto", dijo el canciller ruso en entrevista con la agencia italiana Askanews.
"Nuestro objetivo es ayudar a los libios a superar el caos en el que se sumió su país hace ocho años como resultado de la intervención ilegítima de la OTAN, y a restablecer en todo el territorio de Libia la paz y la seguridad tan necesarias para el desarrollo sostenible", subrayó el ministro.
Agregó que Rusia considera esencial para la solución de la crisis en Libia "una lucha inquebrantable contra el terrorismo que puede ser erradicado solo por los esfuerzos colectivos y de acuerdo con la Carta de la ONU".
A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó estas declaraciones de "rumores falsos", al subrayar que ciertos países no tienen ningún derecho de hablar de que compañías militares privadas desestabilizan la situación en Libia.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, la aparición de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.
Desde finales de marzo de 2016 en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez al Sarraj.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de unidad nacional respondieron con la operación Volcán de Ira dirigida contra las tropas de Haftar.