"Considerando qué negociaciones y acuerdos tienen lugar cuando no hay un contexto de consenso, sobre todo por el recambio de Gobierno en Argentina, lo más probable es que se aprueben esos acuerdos acotados", señaló Peixoto, investigadora principal del área de relaciones internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
En las sesiones de debate que comenzaron el 4 de diciembre los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay encararon la posibilidad de reducir el arancel externo común, "además de cuestiones específicas como indicaciones geográficas o firmas digitales", comentó Peixoto.
Otro de los asuntos tratados en la cumbre es la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles al acero y aluminio de Brasil y Argentina por la devaluación de sus respectivas monedas.
Sobre ese punto, el presidente saliente de Argentina, Mauricio Macri, y su par brasileño, Jair Bolsonaro, iban a sostener una reunión bilateral.
"Las tensiones por el acero comenzaron en principios de 2008, cuando EEUU anunció una subida de aranceles en reacción a la industria siderúrgica china, país que en su momento era el mayor productor y consumidor de este insumo", explicó Peixoto.
Al ver que su economía crece con menos velocidad, EEUU "tiene temor por el excedente de la producción china y la invasión de esos productos en los mercados globales", añadió.
Al desarrollar un capitalismo estatista, China "hace que estos temas sobre el acero vuelvan una y otra vez, porque tienen que ver con cuestiones estructurales con los modelos de desarrollos de los países", resumió.
Disensos políticos
Por otro lado, tampoco habrá una postura común en torno a la situación de Bolivia, calificada de golpe de Estado por Uruguay, a diferencia de Argentina, Brasil y Paraguay.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, solicitó el 4 de diciembre durante la reunión del Consejo del Mercado Común, máximo órgano de decisiones del Mercosur, que se inicien los mecanismos previstos en el Protocolo de Ushuaia (conocido como cláusula democrática) para Bolivia.
"La cláusula debe tener el consenso de los países, lo que es difícil de alcanzar, no solo por la diferencia de posiciones entre Argentina y Uruguay", señaló la experta.
Peixoto recordó que la aplicación de la cláusula democrática en Paraguay tras la destitución del expresidente Fernando Lugo (2008-2012) "hizo posible la entrada de Venezuela como miembro pleno, porque Paraguay se oponía a ese ingreso pero en ese momento estaba suspendido".
Sin embargo, en la actualidad no están dadas las condiciones dentro del bloque aduanero para que prospere la cláusula democrática.
El Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático en el Mercosur fue firmado el 24 de julio de 1998, y establece que la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para el desarrollo del proceso de integración.
En 2017 el Mercosur suspendió a Venezuela del Mercosur en base a ese protocolo.
Argentina cambiará de Gobierno el próximo 10 de diciembre, cuando asuma el presidente electo Alberto Fernández.
