"Parece que el MAS se rearma y que la derecha se hiere a sí misma, como si políticos y cívicos opositores al anterior Gobierno no tuvieran alguna causa común después de la caída de Morales", comentó a Sputnik el politólogo Gonzalo Balcázar.
Advirtió, sin embargo, que éstas eran "manifestaciones tempranas" de un proceso hacia elecciones que todavía no tienen fecha, más allá de un plazo de hasta 120 días a partir de la convocatoria oficial que debería ser emitida a más tardar el 20 de diciembre.
El MAS, en su primera asamblea nacional sin el líder indígena y de los cocaleros en más de dos décadas, aprobó el pasado fin de semana un plan de reorganización de "estructuras dirigenciales" en todo el país, paralelo a consultas para definir los candidatos a presidente, vicepresidente y parlamentarios.
Morales, quien resultó forzado a renunciar el 10 de noviembre, no podrá ser candidato de nuevo, fue designado jefe de campaña por la asamblea masista, en la que volvieron a encontrarse, después del golpe de noviembre, líderes sindicales, campesinos, indígenas y de organizaciones vecinales del "proceso de cambio".
El presidente depuesto envió desde el exilio un mensaje de optimismo a la asamblea y anunció que el MAS tendrá un "candidato unitario" con el cual volverá a ganar en primera vuelta, como en las elecciones del 20 de octubre en las que él había logrado su tercera reelección consecutiva, ahora anulada.
✒️ FIRMAS por María Luisa Ramos Urzagaste
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) November 23, 2019
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El líder de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Huarachi, dijo este 9 de diciembre a reporteros que la reorganización del MAS arrancaba de inmediato.
"Este mismo lunes el 9 de diciembre estamos iniciando el proceso de bajar a las bases de todas las confederaciones sindicales y organizaciones sociales que respaldan el proceso de cambio en torno al MAS, para reorganizarnos, hacer autocrítica y proponer candidatos", anunció.
Añadió que las consultas no abarcarán al programa de gobierno, porque éste sería el mismo que Morales presentó para las ahora anuladas elecciones del 20 de octubre, más conocido como "Agenda 2025" en alusión al bicentenario de la independencia de Bolivia que se cumplirá en 2025.
Balcázar apuntó que "siendo un conglomerado de organizaciones, a diferencia de los partidos políticos tradicionales, el MAS no tiene mayores dificultades estructurales para volver a funcionar".
Tras liderar el golpe contra Morales y presentarse como candidatos presidencial y vicepresidencial respectivamente, los dirigentes cívicos Luis Fernando Camacho (Santa Cruz, este) y Marco Pumari (Potosí, sur) pusieron fin a su relación el fin de semana, en medio de un escándalo por reparto de cuotas de poder.
Ambos dirigentes habían destacado juntos en el escenario político al convertir en exitosa la insurrección, lo que comenzó como una ola de inconexas manifestaciones ciudadanas contra la reelección de Morales, pero terminaron acusándose mutuamente de "guerra sucia".
El escándalo fue desatado por la divulgación de unas grabaciones de audio de reuniones de la semana pasada, en las que Pumari pide al rico empresario Camacho dinero y la asignación de las administraciones aduaneras de los departamentos de Potosí y Oruro, para financiar su participación en la campaña.
Camacho, señalado por Pumari como responsable de la grabación no autorizada y la divulgación de los audios, respondió que no estaba dispuesto a pagar por un candidato a vicepresidente y que buscaría como acompañante a una mujer.
El considerado candidato principal de la derecha, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), segundo tras Morales en las elecciones de octubre, reafirmó el 9 de diciembre que volverá a postular en los venideros comicios, confiado en por lo menos repetir el apoyo de más de 35% que logró en la pasada votación.
El senador Óscar Ortiz, candidato del minúsculo partido derechista Demócratas al cual pertenece la presidenta de facto Jeanine Áñez, no confirmaba sus planes electorales, mientras otro potencial candidato conservador, el empresario Samuel Doria Medina, anunciaba que tomaría una decisión antes de fin de año.