"Ya están los tiempos encima, de manera muy respetuosa le solicitaría a la señora [Nancy] Pelosi que se decida sobre este tema; ya nosotros cumplimos y consideramos que es un buen acuerdo para nuestras naciones, muy conveniente para el pueblo de Canadá y de EEUU", dijo el jefe de Estado al dirigirse a la legisladora del opositor Partido Demócrata estadounidense, en su conferencia de prensa diaria.
"La política también es tiempo y es el momento de tomar la decisión, porque de lo contrario se va acercar la decisión a los procesos electorales, que en todos los países despiertan pasiones, y queremos que no se mezcle este asunto de gran importante para las tres naciones con el ámbito tema político electoral", agregó el mandatario.
López Obrador explicó que el punto central que demora la ratificación en el Congreso estadounidense y el Parlamento canadiense, son los mecanismos de verificación de compromisos en asuntos laborales de la región, que se zanjaría con un acuerdo sobre paneles tripartitas.
Los negociadores de ambos países acordaron que los paneles se apliquen para ambos países involucrados.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard y el negociador comercial Jesús Seade recibieron el 8 de diciembre el aval de los partidos representados en el Senado de su país, para acordar el "adendum" o modificación del texto firmado por los gobiernos de los tres países, el 30 de noviembre de 2018, en la cumbre del grupo de los 20 países industrializados y emergentes (G20) en Buenos Aires.
México ratificaría modificación
A su vez, el representante estadounidense envió los acuerdos a la Cámara de Representantes, donde la oposición demócrata es mayoría.
"Espero pronto, muy pronto, una decisión, y espero que sea favorable; es un llamado cordial, respetuoso, a que después de un año, un poco más, se concluya esta etapa", dijo con optimismo el mandatario mexicano.
López Obrador explicó que las modificaciones fueron planteadas "fundamentalmente por los demócratas", que pusieron condiciones para la ratificación.
El "adendum" es un complemento al texto que aprobó el Senado mexicano el 19 de junio de 2019.
Además, explicó que, después de esa ratificación, "vendría la formalización, donde el Senado de México tiene que aprobar en definitiva".
Los senadores podrían rechazarlo en caso de que lleguen "exigencias que no se puedan cumplir", por cuestiones económicas comerciales o de principio, "pero nosotros ya avanzamos", puntualizó el presidente.
México insiste en que la ratificación legislativa se consume en 2019, pero el tiempo se agota en el Capitolio, absorbido sobre el juicio político al presidente de EEUU, Donald Trump.